La Rosa de los Vientos - Mago de Oz

Una vieja amiga me envió este video donde se puede escuchar una de las más bellas canciones de Mago de Oz. Divino grupo, para mi es insuperable. Gracias por haberme hecho recordar viejos momentos y el mensaje de esta canción.

Así pues, hoy no hay poesia de mi mente, pero sí una buena canción con un bello mensaje.

Aprendíz

Tu voz se alzaba, deleitada,
en lo más profundo de la noche...
cuando a mis besos te abandonabas.
Tu cuerpo blanco temblaba
como una hoja al viento
cuando mis caricias te regalaba.
Me sentí pleno al penetrar
en aquella exuberante
y maravillosa intimidad
que con tanto celo guardabas
para este momento juntos
y que ahora me regalas.
Y culmino al exhalar
un último grito de placer
y así aprendí a amar.

Al melancólico toque de un piano

Ahí, melancólico. Nostálgico.
Lleno de sentimientos profundos.
Su amor está escondido
en cada nota que surge de él.
Un lloro contenido,
un llamado amoroso que
pide ser oscuchado,
que pide ser recordado
por siempre en el oido.
Bello, sin duda.
Hermosa melodía
que endulza la amargura,
que enternece el odio...
Esperando lo encontré
a que lo toquen y suene de él
su lamento nostálgico
y lleno de amor.

Deshojando la margarita


En el jardín estoy deshojando una margaríta,
deshojando sus pétalos blancos, uno a uno.
Sí, no, sí, no... ¿A qué respuesta me llevará?
Sólo espero que me diga lo que mi corazón grita.

¡Amor, amor!, grita desde mi interior
el palpitante y rojo corazón.
¡Dolor, dolor!, llora cuando hay desamor
mi palpitante y rojo corazón.

Uno a uno, deshojo cada pétalo
y cada uno de ellos dice sí o no,
y mi corazón palpita... palpita de emoción,
de emoción por saber si será un sí o un no.

¡Amor, amor!, grita desde mi interior
el palpitante y rojo corazón.
¡Dolor, dolor!, llora cuando hay desamor
mi palpitante y rojo corazón.

El último pétalo blanco he arrojado...
y la margarita ya no es tal flor,
es sólo un círculo amarillo con su tallo.
¡Ese pétalo no ha dicho que no!

¡Amor, amor!, grita desde mi interior
el palpitante y rojo corazón.
¡Dolor, dolor!, llora cuando hay desamor
mi palpitante y rojo corazón.

Y nada quedó

Y nada quedó.
Y se fué.
Tanto me dolió...
que no dejé de...
...llorarla.

Y nada quedó.
Me quedé solo...
Ella partió.
No regresará...
...y jamás volvió.

Y nada quedó...
su recuerdo en
mi mente se encendió...
...su muerte me recordó...
...que estaba solo.

Y nada quedó,
volaron los besos,
y me abandonó
su cálida sonrisa...
...¡oh, qué dolor!

Y nada quedó.
Anhelo de ella
su cabello, su voz.
Los bailes al son 
de la luna y bajo el sol.

Y nada quedó...
...me queda su tesoro,
su recuerdo y su amor.
Sus ojos los inmortalizó
en ese pequeño ser...
...que con llanto la llamó.

Y nada quedó.
Y se fué.
Tanto me dolió...
que no dejé de...
...llorarla...

Partir, partir... ¿adonde irás?
Partir lejos... ¿y qué harás?
¿Tu destino cuál será?
Creo, amor, que es inútil marchar...

Siempre hay un motivo por el cual luchar...
Yo lucho por uno... por hacerlo realidad...
Por no perder de nuevo lo ganado,
por no llorar otra vez por mi hado.

Perder... lo perdí una vez...
Fue triste, lo sé...
Y de ella me enamoré...
Pero yo solo me engañé.

Y ella se marchó, no me dijo apenas nada
y yo nadé en la soledad, esperando su llegada...
No llegó, no llegó... pero fuiste tú, mi Hada...
la que llegaste... y te volví a llamar amada.

Es bien sabido que tengo la felicidad en mi corazón
pues tú eres la que me pierdes la razón...
la que inunda de sentimientos mi interior...
Sentimientos que perdi... ¡Qué recuerdo de antaño...!

Y tú eres la causante de todo esto... y no quiero que te culpes
porque es algo hermoso lo que me inspiras... lo que inspiraste.
Amor se llama eso y Amor es lo que llevo... para tí, solamente.
Ahora lo entiendo bien, y siempre te lo dije... siempre...

Y sólo ocho letras me salen desde dentro de mi ser...
Te Quiero...

Paseando por el Jardín


Paseando por el jardín
en medio de una noche bella,
oí tu voz y te vi a ti...
te ví y eras una Estrella.

Sonreí. Tus cabellos estaban adornados
con flores bellas y cintas,
y tu cuerpo estaba bañado,
bañado en seda y brisa.

Me miraste. Sonreiste.
Y yo te volví a sonreír.
Me tomaste de la mano
y yo, hechizado, fui tras de ti.

A la orlla del río nos fuimos,
en la orilla del río nos sentamos.
Te abracé y nos amamos
bajo la luz de la luna... hasta que salió el sol.

Luego me miraste y tus ojos mostraron
ese brillo hermoso por el que suspiro...
tus labios y los mios se rozaron
y los pies nos los bañaba el rio.

"Te quiero", al oído te susurré...
"Por siempre yo te amaré",
me dijiste tú, mirándome.
Y asi nos quedamos toda la noche...

Volví a pasear por el jardín
en medio de una noche hermosa,
oí tu voz y te vi a ti...
te ví y eras una Rosa...